jueves, 7 de febrero de 2008

Fábulas (Schopenhauer – Kafka)



Los Puerco-Espines

(A. Schopenhauer)

Un día crudísimo de invierno, en el que el viento silbaba cortante, unos puerco-espines se apiñaban, en su madriguera, lo más estrechamente que podían. Pero resultaba que, al estrecharse, se clavaban mutuamente sus agudas púas. Entonces volvían a separarse; pero el frío penetrante los obligaba, de nuevo, a apretujarse.

Volvían a pincharse con sus púas, y volvían a separarse.

Y así una y otra vez, separándose, y acercándose, y volviéndose a separar, estuvieron hasta que, por fin, encontraron una distancia que les permitía soportar el frío del invierno, sin llegar a estar tan cerca unos de otros como para molestarse con sus púas, ni tan separados como para helarse de frío.

A esa distancia justa la llamaron urbanidad y buenos modales.



Una fábula breve

(F. Kafka)

-¡Ay!-dijo el ratón. El mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan amplio y era feliz de poder ver, al fin, en la lejanía, muros a derecha e izquierda, pero esos muros tan largos comenzaron a cerrarse con tal rapidez, uno detrás de otro, que ya me encuentro en la última habitación, y allí, en el rincón, está la trampa en la que caeré.

-Sólo tienes que cambiar la dirección- dijo el gato; y se lo comió.


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