
Las Flores del Mal es una de las obras cumbre de la literatura francesa y uno de los clásicos universales. La poesía simbolista de Charles Baudelaire hace que cada poema presente un mundo lleno de visiones donde el poeta viaja y presenta esas visiones que solo una mente con una alta sensibilidad puede presentarla. A pesar de que es considerado como uno de los poetas malditos por ese cantar que se aparta de esa lírica religiosa que se había venido escribiendo y que estaba amparada por la iglesia. La armonía en cada verso y la fuerza con que expresa en sus estrofas sus sentimientos hacen que su obra sobrepase cualquier forma gramatical poética.
Belleza? Tu mirada, infernal y divina
confusamente vierte crimen y beneficio
por lo que se te podría al vino compararte.
Albergas en tus ojos al poniente y a la aurora,
cual tarde huracanada exhalas tu perfume;
son un filtro su besos y un ánfora tu boca
que hacen cobarde al héroe y al niño valeroso.
¿Del negro abismo emerges o bajas de los astros?
Como un perro, el Destino sigue ciego tu falda,
al azar vas sembrando el luto y la alegría
y todo lo gobiernas sin responder a nada.
Caminas sobre los muertos, Belleza, y de ellos te ríes;
el Horror, de tus joyas no es la más hermosa
y el Crimen, entre todas tus costosas preseas
danza amorosamente entre tu vientre triunfal.
[...] Qué tu llegues del cielo o el infierno, ¿qué importa?
Belleza, inmenso monstruo, pavoroso e ingenuo,
si tu mirar, tu risa, tu pie, me abren las puertas
de un infinito que amo y nunca conocí.
Satánica o divina, ¿qué importa?, Ángel, Sirena,
¿qué importa? Si tu vuelves, hada de ojos de raso,
resplandor, ritmo, aroma, ¡oh mi señora única!
Menos odioso el mundo, más ligero el instante.
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